Recupera Tu Salud Integral – Estudio/Reporte

Hasta que mis dos hijas mayores llegaron a los 8 – 10 años, tenían cada año y sobre todo en invierno de dos a cuatro resfriados fuertes con fiebre alta, bronquitis y amigdalitis. El médico de familia les recomendaba siempre un montón de antibióticos, algunos inyectables, junto con todo tipo de otras medicinas contra la fiebre, jarabes, etc.

A las pobres les era muy desagradable, les duraba 10 – 15 días hasta que se curaban, faltaban al colegio y después se quedaban durante semanas y meses apagadas y con gran debilidad. Nos daba mucha pena a mi esposa de entonces y a mí. Ya estábamos más que cansados de tanto resfriado cada año.

Pero un día conocí a una doctora que además de ser licenciada en medicina, era adepta a un sistema natural llamado higienismo. Tenía y tiene una clínica privada y un centro de recuperación cerca de donde vivíamos. Fuimos a verla con las niñas, le contamos la historia y nos recomendó que al próximo resfriado no les diéramos absolutamente ninguna medicina. Pero tampoco comida sólida durante al menos 24 horas. En cambio mucho líquido, caldo de verduras y no preocuparnos porque seguramente no tendrían ganas de comer y si las tuvieran, no pasaría nada por pasar un poco de hambre.

Nos dijo que el resfriado y la gripe (incluso si había algún virus por medio) no eran más que muy saludables «crisis» de desintoxicación que nuestro propio organismo desencadena cuando se siente saturado. Es como si abriera unas válvulas para expulsar todo el exceso de energía que no necesitaba en sus circuitos. Si atiborramos el cuerpo con medicinas, sobre todo con antibióticos, lo único que conseguimos es que el sabio proceso de autolimpieza se detenga en seco y que toda la porquería se siga quedando dentro. Lo cual, en un niño que suele tener todavía el sistema energético más vigoroso e íntegro que un adulto, tratará de encontrar pronto otra oportunidad para limpiarse y provocará otra «gripe». Que no lucháramos contra la fiebre ya que era el aliado más potente para esta limpieza, que “disolvía” los desechos, los calentaba, licuaba y ayudaba a su expulsión.

Le hicimos caso a la doctora con un poco de miedo al principio pero solamente la primera vez porque te juro que los resultados fueron espectaculares. Las niñas aguantaron muy bien el ayuno de sólidos y en dos días estuvieron perfectas y llenas de vitalidad. Creo que pasaron 8 años hasta la próxima vez que tuvieron otra “gripe». Es cierto que después les hicimos algunos cambios adicionales en la alimentación, les quitamos todas las amalgamas de mercurio de las muelas y empezaron a crecer de verdad sanas y vigorosas, casi sin ninguna enfermedad. Bueno…la mayor si que tuvo algo que en seguida te cuento.

Este fue uno de los episodios que marcó de manera muy contundente mi concepción sobre la enfermedad y sus curas y empezó a tambalearse mi ciega confianza en los remedios de la medicina oficial. Lo que me impulsó a abrir una línea de investigación especial sobre el tema de la salud en general, que me llevó a conclusiones a veces sorprendentes pero muy eficaces en cuanto a la curación se refiere.

Es ya un tópico que si no hay salud todo lo demás no importa. Es una reflexión de sabiduría colectiva que coloca a la salud en la base, en los cimientos de toda la experiencia humana. La realidad es que si hay salud, sobre ella se puede construir cualquier destino.

Pero también es cierto que tener salud perfecta no garantiza nada. Uno/a puede tenerla y no hacer nada con ella, no aprovecharla, ni siquiera valorarla. Cuando se pierde entonces sí, se llega a valorar, pero a veces demasiado tarde. Sin salud no se puede hacer nada realmente valioso. Es más, la enfermedad puede distorsionar y desvirtuar completam

ente lo que quiera que nos guste construir en nuestra vida.

Por tanto con salud hay dos opciones: la de conseguir una vida plena o por lo contrario, no lograrlo. Pero sin salud no hay ninguna posibilidad de conseguir nada, lo cual hace la elección muy fácil.

Hasta aquí bastante claro y es difícil imaginar a alguien que, conscientemente no desee una salud impecable. El problema y la complejidad aparecen aquí, donde las causas de las enfermedades están muchas veces escondidas profundamente en el subconsciente y sólo percibimos algunos aspectos de las causas y basándonos en estas no llegamos muy lejos.

Aunque la salud es un estado unitario, conviene por la claridad de la exposición organizarla en:                

1. – física
   
2. – mental
3. – emocional
4. – espiritual
5. – social-relacional

SALUD FÍSICA

La salud física es la más obvia, pero hay que decir de entrada que las manifestaciones físicas de enfermedad demuestran disfunciones energéticas profundas. La medicina moderna se centra casi exclusivamente en la parte manifestada.

En la práctica médica habitual la salud física se soluciona con acciones a nivel físico o químico. Pero en la mayoría de los casos las causas están en niveles internos profundos.

Hay que atender a los médicos porque tienen conocimiento y medios para sanar hasta cierto punto dolencias ya manifestadas en su forma externa. Luego hay que complementar la información con soluciones alternativas. Hay también médicos y médicos como la que atendió a mis hijas y como muchos otros, que teniendo una formación universitaria y experiencia en el sistema, han detectado sus limitaciones que se pueden suplir con conocimiento tradicional.

Se han dado cuenta de que atendiendo únicamente a los síntomas, las dolencias se pueden curar solo hasta cierto punto. Pero si no se eliminan las causas profundas las enfermedades se vuelven a reproducir y avanzan.

Como ya sabes, las causas reales suelen estar ocultas en el subconsciente. Por tanto para eliminarlas hay que encontrar una manera eficaz y fiable de acceder allí y detectarlas para así erradicarlas.

Diría que el 90% de los síntomas físicos que tenemos son producto de configuraciones energéticas sutiles. Incluso cuando hablamos de traumatismos o de enfermedades provocadas por bacterias y virus, se puede considerar que cierta configuración que tienes ha atraído la circunstancia para que tengas este traumatismo o para que te contagies. Luego el grado en el cual te hagan daño también depende de tus características, ya que en circunstancias parecidas a algunos les afecta menos y a otros más, unos padecen menos o nada y otros pueden llegar a tener grandes molestias y sufrimientos.

Hace algún tiempo publiqué una lista de correspondencias entre enfermedades y su raíz emocional segun Luise Hay. Ella en realidad es representante de una línea de pensamiento que merece la pena tener en cuenta. Pero no es la única línea posible. Hay otras que también hacen asociaciones como la medicina oriental, la acupuntura, la ley de los 5 elementos. También se puede tener en cuenta la sabiduría del Ayurveda indio. Aquí en occidente es muy interesante la línea que abrió Paracelso en su momento. El sigue siendo considerado como el padre de toda la medicina moderna, aunque en realidad hoy poco se tienen en cuenta sus recomendaciones. Los que sí siguen la tradición por él iniciada son los homeópatas y los espagirístas (relacionados con la antigua – y no tan antigua – alquimia), que en ocasiones logran resultados espectaculares debido a que contemplan el cuerpo como un todo interconectado, que además tiene profundas raíces energéticas.

También es interesante mencionar toda la ciencia chamanica de las Américas  del hemisferio sur, que utilizando hierbas, plantas medicinales y una gran cantidad de rituales y procedimientos consiguen erradicar enfermedades muy resistentes a otro tipo de tratamientos.

Para ejemplificarte otra línea diferente de curación, de la cual la medicina oficial entiende y acepta bastante poco te contaré la otra anécdota sobre mi hija mayor, la que te prometí antes que te contaría.

Un día llegó del colegio con una otitis muy aguda. Le empezaron a doler los oídos y lloraba de tanta molestia. El médico de urgencias nos recetó un montón de medicinas, un antibiótico  muy fuerte que tenía que toman 4 veces al día durante dos semanas. En la farmacia llené una bolsa hasta arriba de medicinas para la niña y cuando vi la cantidad de químicos que supuestamente teníamos que darle me paré en seco. Ya con la experiencia de la otra doctora que me demostró  que había opciones alternativas muy buenas y efectivas decidí probar otra cosa.

En aquella época estaba aprendiendo y practicando Kung-Fu con un maestro chino que además era médico acupuntor. Estuve yo mismo en su consulta  unas cuantas veces para aprender y para solucionarme leves molestias que tenía. Le llamé y le conté lo de mi hija. Me dijo en su español – chino típico: “Tlae de inmediato a la niña y la aleglamos.”

Se la llevé, llorando de dolor y con fiebre alta, la consultó y dijo que esto no era nada. Le puso dos agujas debajo de las orejas y dos entre el meñique y el anular de cada pie y la dejó así media hora. Después de lo cual me dijo: “Ya etá… La niña sana». «¿Cómo …y que pasa con la fiebre, el dolor, los 15 días de antibióticos?” «Nada – me dijo – niña bien – toda medicina a la basula«. Y efectivamente, a la niña se le pasó todo de manera fulminante. Me esperé unos días para ver si tenía alguna recaída y nada.., como si nunca hubiera tenido nada. Todos los síntomas desaparecieron como por arte de magia. Entonces sí que tiré toda la bolsa a la basura más como un gesto simbólico porque tomé una muy firme decisión: elegí que desde aquél momento nadie de mi familia iba a abusar más de las medicinas de síntesis si había otra solución alternativa más fácil, rápida, eficaz, barata y sin efectos secundarios contraproducentes.

Así fue como empecé a interesarme en serio por una multitud de fórmulas para alcanzar la salud. Evidentemente no excluí la medicina oficial ni las medicinas de síntesis. Hay situaciones críticas en las cuales la única opción viable es la medicina moderna con todas sus magníficas posibilidades.  Pero traté de evitar el exceso que se hace de este tipo de terapias.

Esta búsqueda e investigación fue motivada también por algunas molestias de salud personales que no entendía y no podía solucionar en su momento. Ahora desde luego puedo presumir de una salud impecable. Tengo mucho gusto de compartir contigo las conclusiones de estas amplias investigaciones que me han proporcionado excelentes resultados, a mí, a mi familia, amigos y conocidos.

A pesar de que el tema me ha apasionado bastante, no he sentido el impulso de dedicarme profesionalmente a la sanación. He visto siempre la salud como una parte integrante esencial de todo un proceso evolutivo global y me ha interesado más el conjunto, la visión general que el tema particular de la salud. Por lo tanto no soy médico ni terapeuta, por propia elección, no tengo una consulta propiamente dicha, ni pacientes o clientes. Sin embargo tengo amplia experiencia aconsejando a todos los interesados en problemas de salud y te puedo decir que su estado ha mejorado notablemente. Es por esto que considero importante compartir contigo mis conclusiones y algunos secretos  que confío que te van a ayudar sobradamente.

Además, opino que el mejor médico para una persona es él o ella misma. ¿Quien mejor está en contacto con las propias sensaciones y percepciones que uno/a mismo/a?  Un médico-terapeuta tendrá conocimientos específicos y es bueno acudir para consultarlo y comparar con las propias intuiciones y sensaciones.

Pero creo que la responsabilidad de la propia salud es de uno mismo. Es una gran pérdida de poder entregarle al terapeuta de turno los mandos de tu salud a todos los niveles. Nunca podrá tener más interés que tú mismo/a para que estés sano/a.  (Para no entrar ahora en consideraciones tipo «¡Salud, pero no demasiada!» – es un chiste, dice que así es como brindan algunos médicos -, o intereses de algunas farmacéuticas que se alegran si estás enfermo, incluso provocan artificialmente la enfermedad para así poder venderte  la cura. Vamos a ser positivos y considerar que éstas son excepciones y que la mayoría de médicos, terapeutas y farmacéuticas son honestos).

Por tanto asume la responsabilidad de tu vida, de tu salud. Infórmate, estudia (no hace falta llegar al nivel del médico), desarrolla tu percepción e intuición y accede a formas de conocimiento que están por encima de las que manejan la ciencia y el intelecto, pero sin prescindir de esta información que puede ser puntualmente muy valiosa pero únicamente si está integrada en un concepto y una visión más amplias del Ser.

No dejes a nadie a tomar decisiones en cuanto a tu salud. Aconséjate, infórmate, escucha opiniones pero luego toma tú las decisiones y asume la responsabilidad. Así ganarás muchísimo más poder en todas las áreas de tu vida.

SALUD MENTAL

Me refiero a salud mental no apuntando necesariamente a enfermedades mentales específicas sino, en este contexto concreto, a la influencia de la mente y de los pensamientos en prácticamente todo el estado de salud general e integral del ser. El nivel de los pensamientos, tanto conscientes como sobre todo subconscientes, tiene el potencial de generar emociones, que a su vez tienen la fuerza suficiente para actuar sobre los cuerpos energético y físico. Es por esta razón por la cual es importante tomar consciencia de lo que pensamos, sobre todo de los automatismos, e ir cambiando lo que no conviene.

Hay que discernir también entre pensamientos que están «alojados» en nuestro hemisferio izquierdo, en la zona del intelecto y pensamientos que pueden estar en el hemisferio derecho, o los que nos pueden llegar a través de él. Estos últimos pueden tener un origen más elevado y llegan desde nuestra alma y ser, desde un nivel supra-mental. Suelen estar estos pensamientos cargados de una frecuencia muy elevada, muchas veces terapéutica por sí sola. Su vibración está muy balanceada e incluso pueden carecer de la habitual bipolaridad tan común en nuestra densidad. Se trata de esta clase de «pensamiento sin pensamiento» a la cual aluden muchas formas de meditación. A pesar de aparentar estar vacios del típico contenido al cual estamos acostumbrados en esta realidad, estos pensamientos elevados están repletos de esencia, de conocimiento y energía muy concentrados y replegados sobre sí mismos.

Es importante aprender a reconocer esta clase de pensamiento y valorarla, en vez de dejarla pasar desapercibida, como la mayoría de las personas.

SALUD EMOCIONAL

La emoción es el combustible de nuestro sistema energético. Es lo que genera la fuerza, el poder y los cambios. Aquí hay que discernir bien entre las dos categorías de pensamientos/emociones: contráctiles y las expansivas. Hay que recordar que solemos vivir en una sociedad en la cual casi todo lo que nos rodea nos empuja hacia una proporción de 80%  de contráctil y 20 % de expansivo. Las emociones contrácties son las que aplastan, comprimen, exprimen: miedo, odio, culpa, venganza, sufrimiento, etc. Son las que hay que reducir de manera considerable pero no hay que exagerar tampoco eliminando por completo estas vibraciones, ya que en su justa medida todas estas emociones supuestamente negativas pueden tener su grado de utilidad y provecho. El problema es el gran exceso de esta clase de frecuencias en proporción y la escasez de las vibraciones de amor, de dulzura, ternura, cariño, compasión, tranquilidad y sensatez que configuran el grupo de energías y emociones expansivas.

Es muy importante restablecer un balance adecuado entre estas dos clases de frecuencias si queremos gozar de una salud plena. Las emociones son las que más directamente inciden sobre nuestro sistema energético y físico. Pueden crear con facilidad bloqueos y colapsos y por otra parte pueden liberar, limpiar y sanar. Todo depende de cómo se manejan y de su balance. Y vuelvo a insistir: detrás de las emociones están los pensamientos que las generan y definen.

SALUD ESPIRITUAL

En este apartado me refiero a la necesidad de conseguir una correcta comprensión de nuestro lugar en la creación; entender el contexto, el propósito de la existencia y nuestro papel en el gran juego. El problema es que hay muchísima más desinformación en cuanto a la espiritualidad de lo que se podría imaginar. Llevamos quizás milenios de manipulación interesada a través de variados canales (diferentes religiones incluidas) y ahora no es tan fácil separar la paja del trigo.

 “¿Y qué tiene que ver esto con la Salud Integral? “  Pues todo.

Resulta que debido a creencias y patrones limitantes, funcionamos con solamente una fracción de nuestro potencial. Esto se debe a que parte de nuestra estructura energética está bloqueada y desestructurada. Lo cual genera un grave desbalance a todos los niveles del Ser.

He repetido muchas veces que solemos funcionar solamente con los primeros 3-4 centros energéticos. Tenemos un corte a nivel del pecho y justamente los centros que nos deberían de proporcionar una visión más amplia de la vida y la existencia suelen estar atrofiados, igual que el funcionamiento del cerebro derecho. Funcionamos como si no tuviéramos raíces reales, flotamos de aquí para allá durante toda la vida para caer rendidos, enfermos y decepcionados cuando llegamos al final. Esto es porque no tenemos una perspectiva real de lo que vale la pena y de lo que no. Nos dejamos atraer y arrastrar hacia todo tipo de ilusiones sin sentido, gastamos muestra vitalidad, tiempo y fuerzas en cosas sin importancia y cuando nos damos cuenta suele ser demasiado tarde para recuperar. De ahí la gran decepción.

Una correcta información en cuanto a los niveles de existencia que no solemos percibir debido a las limitaciones artificiales, tiene el potencial de alinear todas nuestras fuerzas, reconectarnos a la fuente auténtica,  reorganizarnos y sanar toda nuestra existencia a todos los niveles. 

Por esto es tan importante acceder a una auténtica información en cuanto a la espiritualidad. Con este conocimiento podemos incluso hacer frente a la tan extendida plaga de negras energías parasitarias que asolan ahora mismo a la humanidad desde variadas direcciones. Para poder actuar adecuadamente lo primero y más importante es saber de qué se trata para poder después actuar en la dirección correcta. En cuanto a este tema, tal y como te prometí, pronto voy a ofrecerte todo un programa completo, aunque en el Recupera Tu Salud Integral le dedicaré un buen capítulo (igual que en Gana Mucho Dinero). Sin conocer y solucionar los problemas que vienen de este tipo de fuentes es casi imposible sanar porque muchas de las dolencias que tenemos provienen de allí, por servir a sus intereses.

SALUD SOCIAL

Se refiere evidentemente a las relaciones. Tanto las amplias, de grupo, como las de pequeña escala, pareja, familia, etc. He dejado para el final este capítulo porque para sanar las relaciones, hay que sanarse primero uno/a mismo/a a todos los niveles, si queremos hacer bien las cosas. Después, con una estructura limpia y bien alineada con el propio y auténtico camino bien marcado y aclarado es mucho más fácil atraer relaciones satisfactorias y enriquecedoras.

Si se logra salir de relaciones que se basan únicamente en la necesidad de nutrición, de seguridad, de afecto, o para huir de toda clase de miedos, incluido el miedo a la soledad, nuestras relaciones podrían ser mucho más sanas a corto, medio y largo plazo.

El problema es darse cuenta y conseguir desprenderse de estas relaciones disfuncionales (o lograr transformarlas) que tienen el potencial de arruinar nuestras aspiraciones en la elevación y de sanar a todos los niveles. Muchas veces estamos tan enganchados en relaciones (de pareja, laborales, de “amistad”) tan dañinas que nos agotan energéticamente y nos dejan pocas opciones para evolucionar.

El conseguir una buena salud «social» es imperativo pero, como mencionaba, el punto de partida ha de arrancar desde dentro de uno/a mismo/a. Aunque en algún momento tendremos que dedicar energía para poner orden en nuestras relaciones, de nada sirve el empeño si no nos hemos preparado bien antes. Luego también es cierto que hay que valorar cada caso en sus circunstancias y características específicas.

A veces, una vez establecido un mínimo de cimientos a través de trabajo interno sobre los temas anteriores, es necesario abordar bastante pronto el tema relaciones porque puede representar un freno demasiado potente. Luego una vez solucionados al menos parte de los desbalances relacionales se puede volver al trabajo interno con energías renovadas y continuar así el camino de evolución realizando una especie de pendulación entre el área interna y externa, hasta que poco a poco todo se va limpiando, alineando y unificando.

CONCLUSIONES

Es a través de este tipo de planteamientos como propongo alcanzar la plenitud y llegar a la posibilidad de Reescribir literalmente nuestro Destino, confeccionando uno renovado y a la medida de las más elevadas aspiraciones del Ser auténtico y unificado.

Si no estás bien de salud, el primer y más importante paso que tienes que dar es entender, enterarte, darte cuenta de qué es lo que realmente te sucede y de donde te viene la enfermedad o el conjunto de enfermedades.

Luego tomar conciencia de que en tu forma de vida hay algo, aspectos de los que no te das cuenta, que han creado las circunstancias para que enfermes. Si no te haces un buen diagnóstico, en un sentido amplio y profundo, teniendo en cuenta todo tu ser, no solo el físico, difícilmente podrás sanar de verdad.

Y una vez tengas este auténtico diagnóstico, empezar a tomar medidas, a dar los pasos necesarios para reparar tu salud. Tienes que ser consciente de que será importante hacer cambios, renunciar a todas aquellas cosas que te han enfermado y remplazarlas por otras saludables. A veces esto no es del todo fácil y requiere de valentía, determinación, constancia y tozudez. Necesitas tener una fuerte motivación ya que algunos hábitos y en ocasiones adicciones, pueden tener profundas y potentes raíces en tu subconsciente, de las cuales puede que ni te des cuenta.

En el Programa Completo te explicaré cómo se puede conseguir todo esto ya que yo he recorrido este camino más de una vez porque no es una línea recta, sino más bien una espiral. Con cada pasada solucionas un tipo de dolencias y subes tu vibración hasta conseguir una salud perfecta en todos los niveles de tu ser.

A veces tienes que ser fuerte y no hacer caso a todos los miedos que se te pueden intentar inducir desde fuera como desde dentro de ti mismo/a. Desde fuera pueden ser amigos, familiares, conocidos, medios de comunicación, incluso médicos, gente que con las mejores intenciones te aconsejan mal porque responden a sus propios patrones y miedos. Por otra parte puedes sentir incluso desde dentro ganas de abandonarlo todo, de tirar la toalla.

Hay mucha gente que renuncia pero también la hay quien tiene la fortaleza de seguir adelante y sanar plenamente al final. Hay también personas que abandonan temporalmente y luego vuelven a reconectar. No quiero presentarte un panorama complicado, difícil e incluso imposible de alcanzar. Pero tampoco quiero que te hagas una idea excesivamente simplista sobre este proceso para que luego te decepciones y te sientas engañado/a.

Lo cierto es que se puede. Y si lo intentas con ganas y entusiasmo tienes un alto porcentaje (más del 50%) de posibilidades de un clamoroso éxito. En cambio si no lo intentas tienes un 100% de probabilidad de que sigas igual que ahora o que empeores, según la ley de la entropía.

En definitiva, la Salud es un concepto que ni siquiera debería de existir. Lo normal sería que no tuviéramos que preocuparnos nunca por ella, ni tener que dedicarle tiempo y energía. Debería ser normal tener una salud perfecta.

Sin embargo la realidad es totalmente opuesta. La primera preocupación de la mayoría es la Salud porque no va bien. Sienten que algo va mal, consultan al médico que le indica cómo recuperarla, después de un tiempo se rompe por otro sitio o por el mismo y vuelta a empezar.

Mucha gente dedica gran parte de su energía – tiempo – dinero (lo habrás comprobado en el programa Gana Mucho Dinero) para restablecer su salud en los parámetros considerados normales. Y desde un punto de vista elevado es un tremendo desgaste totalmente innecesario ya que la salud ni siquiera debería de existir como preocupación. Yo te animo a que investigues, y que des todos los pasos necesarios para que tú mismo/a llegues a este nivel en el cual puedas olvidarte para siempre de que tienes una Salud que cuidar.

Puedes llegar a tener una forma de vida tan saludable que la enfermedad simplemente no se produce porque tienes todos los sistemas de prevención en pleno funcionamiento. Es el estado ideal, se puede lograr y tú lo puedes lograr, con independencia de tu pasado o historia personal. Te animo a que accedas a este estado cuanto antes.

Me despido por ahora invitándote a elevar tu frecuencia con una de las más sensible piezas de música jamas escritas, interpretada por una da las más grandes cantantes de todos los tiempos. Deja a que tu corazón asimile estas vibraciones divinas y empieza a recuperar desde ya tu Salud Perfecta, si lo necesitas. Muy pronto, volveré con mucha más información. Mientras tanto agradeceré tus comentarios y sugerencias que voy a tener muy en cuenta en el programa completo «Recupera Tu Salud Integral».